Manchester United eliminado en octavos, quien lo iba a decir, parecía un equipo mejor incluso que el que cayó en la final de la Champions League el año pasado ante el todopoderoso Barça, con Ashley Young reforzando el ataque, Welbeck con presencia en lo 'onces' titulares del primer equipo, Phil Jones mejorando aún si cabe la defensa y aportando en el centro del campo como mediocentro defensivo... pero nada de eso le ha servido al Manchester United para pasar en un grupo muy asequible para los 'Red Devils'.
Cuando se sortearon los grupos y el equipo de Sir Alex se vio emparejado con Benfica, Basilea y Otelul Galati, seguro que se llegó a pensar en, no ya que pasaran sobrados, sino en que lo pudieran hacer con todos los partidos contados por victorias. Quizás perder algún punto en 'Da Luz' entraba en los planes pero poco más. Pero seguro que conseguir un punto de seis posibles contra el Basilea y dos de seis contra el Benfica no estaba en ellos. Sí, es cierto, el Manchester United solo ha conseguido ganarle al Otelul Galati, que viendo como estaba el patio, incluso podrían haber sacado tajada en algún partido.
El Manchester United ha hecho -porque no decirlo- el ridículo en la Champions League, una competición que seguro era un objetivo para el equipo de Manchester, porque siempre lo ha sido. Ahora les tocará centrarse en la Europa League como competición continental donde tendrán como máximos rivales a sus vecinos, que ni mucho menos han estado cerca de lo del United, sobretodo por grupo. Ni ganándola los de Ferguson salvarán la temporada europea, ganen como ganen.
Del sorpresón que ha tenido lugar hoy, no solo tiene culpa el Manchester United, lógicamente, puesto que los demás equipos también juegan ¡y vamos si juegan! El Basilea llegaba al sexto y último partido como tercero de grupo y jugándosela ante el todopoderoso United pero lejos de achicarse y de tener miedo por verse tan cerca pero a la vez tan lejos salieron jugando como saben. Fue un principio de partido con un Basilea tocando el balón y haciendo correr a los jugadores de arriba del United. El equipo suizo se encontraba cómodo con la pelota y se divertía jugando.
Cuando había algún problema el balón llegaba a Xhaka (¡vaya partidazo!) y este lo solucionaba, y si no el balón iba para un ya consagrado Shaqiri que necesitaba dos segundos para sacar un centro que en la mayoría de los casos era peligrosisimo. Xhaka, internacional suizo de solo 19 años, se ofrecía en todo momento a los centrales y a los laterales y si estos lo veían fuera de marca o con el mediocentro un poco lejos de él (aunque solo fuesen unos pocos metros) le daban el balón sabiendo de su capacidad para soltar un pase en pocos segundos. Así iniciaba el Basilea las jugadas y cuando el balón salía de los pies del mediocentro suizo empezaba el peligro. Pocas veces optaban los suizos por pegar el pelotazo aún teniendo a Streller arriba que cuando tenía que bajar algún balón lo hacía.
Streller precisamente fue el protagonista del primer gol. Gran jugada elaborada del Basilea que lo intentó con un primer centro desde la derecha sin suerte, luego con un segundo -de Shaqiri- desde la izquierda que tampoco encontró cabeceador pero con la suerte de que el despeje de De Gea favoreció a Streller que hacía el primer gol de la noche. Minuto nueve y quien ganaba era el equipo suizo. Además acababa de adelantarse el Benfica frente al Otelul. El United no lo podía creer, el Basilea, tampoco.
El United sabía que tenía que conseguir un gol para estar en octavos y dos para ser primeros y quitarse de encima así a Madrid y Barcelona, por ejemplo. Fueron a por el gol pero a pesar de que un Nani muy activo lo intentaba una y otra vez por la derecha, el gol no llegaba. Sus centros o no encontraban rematador, o eran interceptados por el lateral que lo defendían, o cuando encontraban rematador iban fuera o hacia el portero, Sommer, que por cierto hizo un partidazo. Rooney no tenía el día y el descanso llegaba con ese 1-0 en St Jakob Park.
En la segunda parte más de lo mismo, el United lo intentaba sin éxito y el Basilea, que salía muy bien a la contra tocando, creaba peligro en cuanto el balón llegaba a Shaqiri y este encaraba o preparaba el centro con Streller listo para el remate. El United era consciente de los riesgos que tomaba pero sabía que tenía que tomarlos. En el 85', precisamente con un centro de Shaqiri, rematado por Frei y no por Streller, eso sí, llegó el 2-0 del Basilea que desataba la locura en el estadio. El equipo suizo, ahora sí, se veía muy cerca de unos octavos de final que en el sorteo probablemente ni olían.
Phil Jones en el 89' haría el 2-1 y daba todavía algunas esperanzas a su equipo haciendo sufrir al equipo de Basilea y sobretodo a su afición. Pero no pudo ser y se produjo la sorpresa en St Jakob Park. El Basilea, contra todo pronóstico, estaba en los octavos de final, eliminando nada más y nada menos que al actual subcampeón de la competición. Increíble pero cierto. El incansable Frei y los jóvenes Xhaka y Shaqiri llevaron a su equipo a algo inimaginable. Me alegro por ellos. Se lo merecen.
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